7.15.2009

SLOW FOOD, EL ARTE DE SABER DISFRUTAR

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El movimiento Slow Food nació en Bra, Italia,
cuna de su fundador Carlo Petrini, aunque en su
origen, este movimiento se denominó 'ArciGola'.
Esta zona es famosa por sus vinos, trufa blanca,
quesos y carne de bovino, la incubadora perfecta
para el movimiento Slow Food y para la
alimentación, un argumento tradicional de
integración social en la península italiana. Slow
Food es un movimiento internacional que se
contrapone a la estandarización del gusto y
promueve la difusión de una nueva filosofía
gastronómica que combina placer y
conocimiento.
Opera en todos los continentes por la
salvaguardia de las tradiciones gastronómicas
regionales, con sus productos, métodos de
cultivación y de cría. El símbolo de Slow Food es
el caracol, emblema de la lentitud. Slow Food
nace como una respuesta a la invasión
homogeneizadora de la "fast food" y al frenesí de
la "fast life". Hoy agrupa a más de 80.000
personas en 104 países de los cinco continentes.
Slow Food organiza algunas de las más
importantes ferias dedicadas a la alimentación,
entre las que destacan el «Salón del Gusto», en
el Lingotto de Turín (en años pares), y «Cheese»,
en Bra (en años impares). La universidad de
ciencias gastronómicas en Pollenzo (provincia de
Cuneo) y Colorno (provincia de Parma) ha sido
fundada por Slow Food, en colaboración con las
regiones del Piamonte y Emilia-Romaña.
El proyecto más importante llevado a cabo por
Slow Food es el «Arca del Gusto»: un censo de
productos alimenticios locales amenazados de
extinción. En conexión con el Arca funcionan los
«Presidios», proyectos sobre el territorio que
tienen como objetivo sostener concretamente
estos productos (a partir de 2000).
Objetivos
Según el estatuto de Slow Food Italia, los
objetivos de la asociación son:
a) Otorgar dignidad cultural a las temáticas
relacionadas con la comida y la alimentación.
b) Individuar los productos alimenticios y las modalidades de producción ligados a un
territorio, en una óptica de salvaguardia de la biodiversidad, promoviendo su
categorización y protección en tanto que bienes culturales.
c) Elevar la cultura gastronómica de la ciudadanía y, en particular, de las generaciones
más jóvenes, con el objetivo de lograr la plena consciencia del derecho al placer y al
gusto.
d) Promover la práctica de una calidad de vida distinta, basada en el respeto al ritmo y
tiempo naturales, al ambiente y la salud de los consumidores, favoreciendo la fruición
de aquellos que representen la máxima expresión cualitativa.
Las Ciudades Lentas (Slow Cities)
Slow Food ha impulsado el movimiento Slow Cities, una agrupación espontánea de
pueblos y ciudades con el compromiso de incrementar la calidad de vida de sus ciudadanos, especialmente (pero no sólo) en lo que respecta a la alimentación. Las
Ciudades Lentas se mantienen fieles a unas normas que mejoran su calidad de vida:
restricciones al tráfico en los centros urbanos, políticas de infraestructuras respetuosas
con las características de la localidad, etc. Las Ciudades Lentas salvaguardan los
alimentos tradicionales promoviendo espacios y ocasiones para el contacto directo
entre consumidores y productores.
Existen Ciudades Lentas desde Noruega hasta Brasil, y varias decenas de ellas sólo
en Italia.
Slow Food en Cantabria
A día de hoy en nuestra comunidad este movimiento no cuenta con demasiados
seguidores. Son pocas las personas que conocen esta interesante filosofía y la
mayoría de ellas son profesionales destacados del sector de la hostelería como es el
caso de Carlos Zamora y Jesús Sánchez. Con un poco de suerte a partir del presente
año este movimiento estará firmemente representado en Cantabria ya que la dirección
de la feria de alimentación y gastronomía 'Cantabria Gastronómica' ha invitado a su 3ª
edición, que se celebrará los días 7, 8 y 9 de noviembre del presente año, a los
representantes de este movimiento.
Pero desde luego, Slow Food, si que conoce Cantabria y su excelente gastronomía,
gracias a la participación de Jesús Sánchez en 'Slow Fish' una de las multiples feria/
congresos que esta corriente culinaria organiza. Slow Fish ha sido creado para atraer
la atención del gran público hacia los problemas, cada vez más acuciantes, vinculados
al mundo del mar, y al mismo tiempo ofrecer informaciones que promuevan
comportamientos positivos. El objetivo es difundir una gastronomía del pescado
correcta y que cumpla con la función de tutela de los recursos pesqueros; pero además
se quiere hablar a los responsables del sector, gestores y depositarios de los referidos
recursos.
Jesús participó en Génova representando a España en este evento entre los días 4 y 7
de mayo. Aquí Jesús hizo lo que mejor sabe hacer: Cocinar con pescado. Participó en
dos actividades distintas -El teatro del gusto y el laboratorio del gusto- realizando
sendas recetas delante de un público volcado con su actuación. J. M.ª RODRÍGUEZ
LINARES
El movimiento Slow Food nació en Bra, Italia, cuna de su fundador Carlo Petrini,
aunque en su origen, este movimiento se denominó 'ArciGola'. Esta zona es famosa
por sus vinos, trufa blanca, quesos y carne de bovino, la incubadora perfecta para el
movimiento Slow Food y para la alimentación, un argumento tradicional de integración
social en la península italiana. Slow Food es un movimiento internacional que se
contrapone a la estandarización del gusto y promueve la difusión de una nueva
filosofía gastronómica que combina placer y conocimiento.
Opera en todos los continentes por la salvaguardia de las tradiciones gastronómicas
regionales, con sus productos, métodos de cultivación y de cría. El símbolo de Slow
Food es el caracol, emblema de la lentitud. Slow Food nace como una respuesta a la
invasión homogeneizadora de la "fast food" y al frenesí de la "fast life". Hoy agrupa a
más de 80.000 personas en 104 países de los cinco continentes.
Slow Food organiza algunas de las más importantes ferias dedicadas a la alimentación,
entre las que destacan el «Salón del Gusto», en el Lingotto de Turín (en años pares), y
«Cheese», en Bra (en años impares). La universidad de ciencias gastronómicas en
Pollenzo (provincia de Cuneo) y Colorno (provincia de Parma) ha sido fundada por
Slow Food, en colaboración con las regiones del Piamonte y Emilia-Romaña.
El proyecto más importante llevado a cabo por Slow Food es el «Arca del Gusto»: un
censo de productos alimenticios locales amenazados de extinción. En conexión con el
Arca funcionan los «Presidios», proyectos sobre el territorio que tienen como objetivo
sostener concretamente estos productos (a partir de 2000).
Objetivos
Según el estatuto de Slow Food Italia, los objetivos de la asociación son:
a) Otorgar dignidad cultural a las temáticas relacionadas con la comida y la
alimentación.
b) Individuar los productos alimenticios y las modalidades de producción ligados a un
territorio, en una óptica de salvaguardia de la biodiversidad, promoviendo su
categorización y protección en tanto que bienes culturales.
c) Elevar la cultura gastronómica de la ciudadanía y, en particular, de las generaciones
más jóvenes, con el objetivo de lograr la plena consciencia del derecho al placer y al
gusto.
d) Promover la práctica de una calidad de vida distinta, basada en el respeto al ritmo y
tiempo naturales, al ambiente y la salud de los consumidores, favoreciendo la fruición
de aquellos que representen la máxima expresión cualitativa.

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